Continuamos con la lista :
5. Soy grosera cuando hablo por teléfono. Por más que lo intento, siempre hablo feo, grosero o golpeado al teléfono. Odio hablar por teléfono. No, más bien, odio cómo se escucha mi voz al teléfono y, por eso, me molesta hablar. Además, en el móvil siempre hay eco y termino escuchando mi voz (¡horrible!). Así que, soy grosera y cortante, aunque no sea mi intención o procure NO hacerlo.
6. No sé parar las peleas. Hay quien dice que soy adicta al pleito, otros que me engancho y no sé soltar, otro que soy bien dramática, cruel y agresiva. Sea lo que quieran que sea, es un hecho que una vez que empecé a pelear, no puedo parar. Sigo y sigo y sigo, y escalo, más y más agresivo y violento y, por más que en mi cabeza alguien me diga que pare, no puedo, no sé cómo. Me parece ridículo decir a media pelea: bueno, ya, mejor aquí dejamos estas mamadas y tú me das un besote apasionado. No puedo. De hecho, para mí, las peleas terminan cuando uno desaparece (que casi nunca soy yo), o cuando el otro grita, pues en ese caso me pongo a llorar y se terminó todo el pleito.
De cualquier forma, me gustaría que fuera diferente. Poder pelear poquito y ya.
7. Me gusta puntuar la pendejez ajena. Yo digo que esto es súper perverso (en términos lacanianos), estar constantemente puntuándole al otro sus errores, evidenciando que están en falta y que yo, de alguna forma, estoy por encima de ellos o de la situación. Es algo bien molesto, inclusive para mí, muchas veces me gustaría simplemente cerrar la boca y sonreír, pero ¡no! la abro y corrijo a esa persona.
En este asunto, me gustaría decir algo a mi favor: sí, es castroso que haga esto, pero no entiendo por qué es mi culpa la ignorancia o mediocridad ajena, por qué debemos pasar de largo ante esto sólo para no caerles mal.
Además, no es mi culpa que yo sí ponga atención a las cosas y ellos no, y que tenga buena memoria. Como si yo tuviera que hacerme responsable de los otros.
Sí, sí, de cualquier forma, lo que yo hago es molesto y me gustaría, de vez en cuando, no hacerlo.
Seguiré pensando el resto :)
A mí no me gusta nada hablar por teléfono, tampoco. Aunque creo que no he llegado a ser grosera. Jajajaja.
ResponderEliminarCon las peleas me pasa al revés. No sé empezarlas ni seguirlas...
En el último punto sí coincido un poco pero me aplaqué con los años porque es algo que sienta muy mal. Un besote!!!