martes, 21 de agosto de 2012

Dilema bloguero


A veces siento que lo que escribo no dice nada de mí, o nada de mí de forma real y tangible. Escribo y escribo lo que pienso, pero no estoy completamente segura de que eso implique, en sentido estricto, hablar de mí; siento que al decir lo que pienso me distancio de mí, pues no cuento nada personal o realmente relacionado con lo que siento (y me parece que esto me hace un poco de falta). Claro, podría resolverlo fácilmente escribiendo sobre lo que hago, o sobre lo que siento, pero me entra un conflicto existencial y decido no hacerlo.

Cuando comencé a escribir mi blog quería tener muchos seguidores, escribir ensayos y ser muy feliz porque podía externar las mil posturas o ideas que tengo, pero con el tiempo pasó algo extraño: por un lado, escuché algunos comentarios de queja sobre lo que escribía, porque implicaba a gente que me leía o que podía ser perfectamente identificable por otro que me leyera y, también, que lo que escribía podía ser tomado (no dijeron específicamente que lo tomaban así, pero yo supongo que sí) como una agresión hacia ellos. Lo entiendo, cuando escribes ensayos y “juzgas” ciertas conductas (que es lo que más me gusta hacer), corres el riesgo de que alguien que lo lea realice esa actividad o se comporte de esa forma es un riesgo, y grande (sobre todo porque me inspiro en lo que veo o recuerdo); obviamente, yo espero que quien lo lea tenga en mente que no escribo agresiones generalizadas que en realidad quisiera dirigir a ellos, o que estoy juzgándolos de manera particular. No es eso, si mi intención fuera esa, lo haría de forma directa y personal, no en mi blog, públicamente, para que lo vean todos…

Aún así, he decidido no hacer del todo público el blog; es decir, no invito a la gente en Facebook o Twitter a que lo lean, y más bien dejo que alguien que sí lo lee, lo recomiende. Esto, irónicamente, me da coraje, porque si escribo en un blog, público, es porque existe la pretensión de que quiero ser leída (si no, lo dejaría todo en mi cabecita o en mis cuadernos) y lo lógico sería hacerlo público y que a quien le moleste o no le guste, se vaya a saludar a la tía de las muchachas. Pero no puedo, no sé por qué, pero algo me frena y no consigo hacerlo. Tal vez, considero que no está bien ser leída a costa de los demás. Aunque, por el otro lado, nada me garantiza que no me lean y se enojen…

Tengo un dilema…

3 comentarios:

  1. La verdad es que es poca la gente que conozco que sepa que tengo un blog. No tanto porque piense que se vayan a ofender (tampoco habría por qué, ya que nunca toco temas espinosos) sino porque no quiero que mi blog se convierta en una reunión de amigos. Es decir, quiero que quien me lea lo haga porque realmente le gusta lo que escribo, no por amistad. En tu caso concreto, si piensas que alguien que aprecias se puede sentir ofendido por ciertas opiniones que puedas tener, creo que es mejor que no sepan que tienes blog. Besotes!!!

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    1. Entiendo lo de la reunión de amigos y estoy de acuerdo, creo que si voy a escribir para ellos, mejor platico con ellos; y también me gustaría que me leyera alguien a quien le gusta lo que escribo (no que lo lea por compromiso), pero esos a veces son difíciles de encontrar... ¿cómo encuentras a alguien en la blogsfera (así se dice?) si ni siquiera sabes dónde buscar...?
      De todas formas, creo que lo más importante es escribir, los lectores vendrán después!!
      BESOS!!!

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  2. Señora de los violines, yo llevo tiempo leyéndola. En este post, siento que toca un tema medular, ya que por lo que he leído que es casi todo, usted escribe ensayos y opiniones a cerca de ciertas "costumbre" o conductas en la mayoría de los casos. Y sí, eso habla poco de usted o "mucho", ya que construye un altar de sus buenas costumbres como si los más importante en su vida fuera eso, que lo único que dice de usted es que la sometieron a una serie de normas "sociales" o buenas costumbres, que nos aleja de lo que usted verdaderamente siente y piensa, ya que eso haría caer la linea argumentativa de sus ensayos. Creo que hay mucho más en esta blogera que las costumbres. Ahora que me habla de usted, suena más interesante. El chisme bloguero es más sabroso cuando se vuelve íntimo( creo yo).
    Saludos.

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¿Soy sólo yo?