martes, 3 de julio de 2012

Obvio soy ecoamigable


Todos estamos preocupados por el ambiente, por el futuro del planeta y de las generaciones venideras. Si le preguntas a cualquiera, es muy probable que te contesten que sí. Obvio, a quién puede valerle madres el futuro o la naturaleza, o no pensar que sea feo que el último ejemplar de las tortugas de las Galápagos haya muerto y la especie extinguido.

Claro que es terrible, claro que la gente se preocupa y hace un montón de actividades encaminadas a mejorar el ambiente y frenar el cambio climático. Ni que fueran unos pinches capitalistas utilitarios insensibles. Faltaría más.

Y así, todos dicen que separan la basura, que no contaminan, que no tiran basura en la calle, que se bañan rápido para no desperdiciar agua, etc. Cuando te adentras en el tema, o los ves comportarse, te das cuenta de que: sí, separan la basura pero a medias, si algún recipiente desechable tiene comida, tiran ambos en la basura orgánica; no enjuagan los envases de refresco, cátsup, bolsas que tuvieron alimentos, etc. Está bien, concederemos en que no conozco a alguien que tire basura en la calle (salvo colillas, porque a esos sí los conozco).

Lo mejor comienza cuando hablas del resto de las acciones sociales: dejar de usar el coche. Eso sí que no, les preocupará mucho el ambiente y el futuro, pero ni pendejos se van a ir caminando 10 cuadras o van a hacer uso del transporte público en vez del automóvil (el transporte público es para los pobres, no para ellos). Tampoco van a hacer compras responsables, de productos provenientes de empresas socialmente responsables (o que NO contratan menores de edad o tienen a sus trabajadores en condiciones infrahumanas), no se detienen a pensar si lo que van a comprar es sólo un capricho o una necesidad, si vale la pena, si no tienen algo en su casa “igual”, o si el producto que quieren sustituir (como computadoras, automóviles, televisores, etc.) está aún en buenas condiciones. No, claro que no, porque el consumismo es más que sólo comprar, es el medio dirigido a un fin clarísimo: yo soy lo que tengo. Y obvio, si yo soy lo mejor, quiero tener lo mejor, cueste lo que cueste y tenga las consecuencias que tenga (y no, no me haré responsable de ellas).

¿Irónico, no? Hay cualquier cantidad de personas que se comportan así. Y sí, yo considero que está mal, que el consumismo está mal, que nos conduzcamos por la vida sin conciencia o respeto hacia el otro (persona, animal, cosa, naturaleza, lo que sea) es preocupante y triste. Sobre todo, porque uno no puede sentir hacia los demás lo que no siente primero en sí, y esto me hace preguntarme si todas esas personas se comportan así porque en realidad ni se aprecian, ni respetan, ni consideran importantes. Y, entonces, estamos jodidos.

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¿Soy sólo yo?