Todos estamos preocupados por el
ambiente, por el futuro del planeta y de las generaciones venideras. Si le
preguntas a cualquiera, es muy probable que te contesten que sí. Obvio, a quién
puede valerle madres el futuro o la naturaleza, o no pensar que sea feo que el
último ejemplar de las tortugas de las Galápagos haya muerto y la especie
extinguido.
Claro que es terrible, claro que
la gente se preocupa y hace un montón de actividades encaminadas a mejorar el
ambiente y frenar el cambio climático. Ni que fueran unos pinches capitalistas
utilitarios insensibles. Faltaría más.
Y así, todos dicen que separan la
basura, que no contaminan, que no tiran basura en la calle, que se bañan rápido
para no desperdiciar agua, etc. Cuando te adentras en el tema, o los ves
comportarse, te das cuenta de que: sí, separan la basura pero a medias, si
algún recipiente desechable tiene comida, tiran ambos en la basura orgánica; no
enjuagan los envases de refresco, cátsup, bolsas que tuvieron alimentos, etc. Está
bien, concederemos en que no conozco a alguien que tire basura en la calle
(salvo colillas, porque a esos sí los conozco).
Lo
mejor comienza cuando hablas del resto de las acciones sociales: dejar de usar
el coche. Eso sí que no, les preocupará mucho el ambiente y el futuro, pero ni
pendejos se van a ir caminando 10 cuadras o van a hacer uso del transporte
público en vez del automóvil (el transporte público es para los pobres, no para
ellos). Tampoco van a hacer compras responsables, de productos provenientes de
empresas socialmente responsables (o que NO contratan menores de edad o tienen
a sus trabajadores en condiciones infrahumanas), no se detienen a pensar si lo
que van a comprar es sólo un capricho o una necesidad, si vale la pena, si no
tienen algo en su casa “igual”, o si el producto que quieren sustituir (como
computadoras, automóviles, televisores, etc.) está aún en buenas condiciones.
No, claro que no, porque el consumismo es más que sólo comprar, es el medio
dirigido a un fin clarísimo: yo soy lo que tengo. Y obvio, si yo soy lo mejor,
quiero tener lo mejor, cueste lo que cueste y tenga las consecuencias que tenga
(y no, no me haré responsable de ellas).
¿Irónico,
no? Hay cualquier cantidad de personas que se comportan así. Y sí, yo considero
que está mal, que el consumismo está mal, que nos conduzcamos por la vida sin
conciencia o respeto hacia el otro (persona, animal, cosa, naturaleza, lo que
sea) es preocupante y triste. Sobre todo, porque uno no puede sentir hacia los
demás lo que no siente primero en sí, y esto me hace preguntarme si todas esas
personas se comportan así porque en realidad ni se aprecian, ni respetan, ni consideran
importantes. Y, entonces, estamos jodidos.
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¿Soy sólo yo?