lunes, 6 de octubre de 2014

Parejas infelices

Ayer caí en cuenta de que tener una relación de pareja satisfactoria es, en realidad, un caso excepcional y no, ni remotamente, una regla.

Con mi poca experiencia, me atrevo a decir que uno valora una relación de forma diferente, según la edad. En la juventud, lo más importante es el sexo y la atracción física; después, la capacidad económica, reproductiva y presumible (es decir, que puedas presumir a tu pareja); a los cuarentas o cincuentas, entre el miedo a estar solo y la fantasía de encontrar algo mejor (aunque no tengas idea de qué podría ser mejor, o mejor “en qué”), a veces te separas, otras te resignas, pero siempre con duda y un dejo de angustia; finalmente, pasados los sesenta, las parejas tienden a dejar fluir la mierda y lo bueno, porque no vale la pena pelear por cambios que no han sucedido ni sucederán, y el miedo a una vejez en soledad es más grande que cualquier infelicidad.

No sé por qué, exactamente, pero cuando veo parejas que llevan más de 10 años juntos, siempre percibo que hay más contención que amor y felicidad, que parece una carrera de resistencia y no un equipo que crece y comparte. Las quejas no se hacen esperar, comentarios que muestran poco respeto o admiración hacia la pareja salen de formas discretas o descaradas, en los peores casos, les resulta imposible no expresar el odio y la incompatibilidad que hay entre ellos, y las consecuencias de infelicidad, amargura y poco placer.

Yo no he estado más de 10 años con alguien, ni siquiera con mis amigos he mantenido una relación más longeva, pero no dejo  de fantasear con que podré hacer una vida con mi pareja, y encontrar la manera de ser feliz y mantener siempre (tal vez no todo el día, pero sí todos los días) el respeto, las risas, el placer y el apoyo.

Desconozco cuáles son los factores que influyen y hacen que la relación termine en fracaso, ¿será la edad en que uno se enamora? ¿la falta de conocimiento y aceptación de uno mismo? ¿una ignorancia sobre lo que se quiere a futuro? ¿cambios de planes que resultan incompatibles a los anteriores y, por ende, con la pareja actual?

No lo sé, verdaderamente no lo sé, y no deja de darme un poco de miedo. Pero, de todas formas, me parece más triste ver y escuchar que alguien está en una relación en la que no quiere estar, con alguien a quien ya no ama, que no se siente satisfecho o ilusionado por lo que queda por construir y vivir. Peor aún, me resulta la gente que decide quedarse con esa persona “para siempre”, sólo porque no quiere morir solo, envejecer y degradarse sin que algún pobre tonto se trague toda esa mierda y aguante sólo porque están casados. Porque, vamos, seamos honestos, quedarte con alguien a quien no amas o respetas, sólo para que te limpien la cola cuando estés viejo, es una chingadera, sin importar cuánto dinero puedas aportar para “ganártelo”.


Mmm, creo que me estoy desviando del tema, o es más complejo de lo que pensé. Es triste ver que muchas relaciones y parejas, después de veinte años de estar juntos, aceptan que no son felices y no hay más por hacer para que eso cambie, que sólo queda separarse. Ni los hijos ni los planes ni la casa ni nada pudo paliar esa diferencia, aminorarla… tal vez se escondió o negó un tiempo, pero no más. Y, lo curioso, es que no es lo mismo “comenzar” otra vez a los 20 o 30, que a los 50…

2 comentarios:

  1. Yo tampoco entenderé nunca eso de aguantar veinte años a una persona a la que no quieres. ¿Es dependencia? ¿Miedo a la soledad? ¿Pereza de empezar de nuevo? Para mí es algo incomprensible... Besotes!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo tampoco entiendo. Me parece bien compleja la razón, porque ninguna de las obvias basta... de verdad que no :(
      Besos!!

      Eliminar

¿Soy sólo yo?