viernes, 13 de marzo de 2009

En la cara no, que soy actor


Las generalizaciones siempre me han parecido tontas y fuera de realidad, es prácticamente imposible generalizar el comportamiento de un grupo de personas, puesto que cada una de ellas es siempre diferente (por lo menos en algunas cosas). Aún así, he descubierto que hay conjuntos que guardan ciertos patrones de comportamiento, que podríamos hasta cierto punto ver como una generalización. Entre estos grupos están los actores de teatro (es importante decir que de teatro, no cualquier actor).

Por Ángel, he conocido muchos actores, y he convivido con ellos bastante, y casi todos ellos tienen un patrón en común (del cual se desprenden los demás): todos creen que su profesión es la única que implica pasión, amor, sentimientos y entrega. El argumento suele ser que el desempeño de su profesión lleva implícito el manejo de emociones y sentimientos y, podríamos decir, la capacidad para jugar a ser otra persona diferente, por un tiempo determinado.

Cada vez que escucho la primera explicación, me pregunto si se darán cuenta de que existen otras profesiones en el mundo, pues yo he conocido profesionistas que se entregan a su trabajo con pasión, amor y sentimiento, que ven el trabajo no sólo como eso, sino (en palabras de mi padre) como hacer lo que les gusta, y que además les paguen; también pienso en todos los profesionistas que se dedican a la psiqué, quienes verdaderamente trabajan con emociones y sentimientos reales (pues trabajan con pacientes que día a día vuelcan ahí su sentir y paceder, real, latente) y cuyo trabajo puede afectar la vida del paciente, de manera positiva o negativa.

Por el otro lado, jugar a ser una persona diferente, siempre me ha sonado a esquizofrenia, ¿quién si no alguien con personalidades múltiples puede ser otra persona? Sé que existe el importante detalle de que un esquizofrénico no decide quién ser y cuándo serlo, a diferencia del actor, que en cualquier momento puede volver a ser él (sigue sin convencerme eso, pero concedamos). Después de ver mucho teatro, he notado que no todos los actores son capaces de actuar personajes completamente diferentes, que la mayoría tienen rasgos en común o incluso parecen una versión del personaje anterior. Sé que esto tiene que ver con que finalmente son una persona representando un personaje, y que si fueran capaces de dejar de ser ellos mismos completamente, implicaría un problema de psicosis; aun así, hay actores que, sin dejar de ser ellos, pueden crear personajes que no se parecen al anterior, como si fueran una persona completamente nueva.

Eso me gusta mucho, que los personajes sean más seres independientes que creaciones de un actor. Pero, este fenómeno no me parece exclusivo de los actores, los médicos se disfrazan de bata blanca y estetoscopio para trabajar, los abogados de traje sastre, las enfermeras de uniforme blanco (incluidas medias y zapatos), los militares de uniforme militar, así como quienes piden limosna, de ropas sucias y desgastadas. Todos actuamos un personaje en nuestras profesiones, no podemos ir por la vida siendo y diciendo lo que pensamos (mucho menos cuando estamos en ámbitos profesionales) sin que tenga consecuencias, debemos ser quien la sociedad nos pide que seamos, según la profesión y el puesto que tenemos.

Después de analizar los argumentos actorales, termino siempre en la misma conclusión: su profesión no tiene nada de especial. Y entonces, ¿por qué se comportan como si fueran hijos de los dioses? No lo entiendo, pero me molesta la incongruencia de sentirse especial, pero no hacer nada por serlo. Creen que son demasiado (sí, demasiado) para los mortales, y que por ello merecen un trato especial, de ahí la famosísima frase: en la cara no, que soy actor. Y yo, que he decidido compartir mi vida con uno de ellos, no tengo más remedio que pegarle en el cuerpo...

1 comentario:

  1. Ari, no solo nos ponemos el disfraz en nuesta profesión, (en mi caso la filipina), también nos ponenos el de hijas, madres, esposas, hermanas, tías, amigas, etc.; yo creo que nunca podemos ser quienes somos, porque quienes somos son todos eso personajes que representamos a diario, es decir a mi parecer nosotros, no los actores, somos esquizofrénicos.
    Los actores solo reconocen abiertamente lo que tu y yo, por no decir el resto del mundo, hacemos todos los días, representar un papel.

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¿Soy sólo yo?