jueves, 5 de marzo de 2009

Introduccion al pequeño manual de buenas costumbres

Mi madre es una mujer muy correcta, fue educada con Manual de Carreño, y así nos educó. Desde pequeños aprendimos reglas sobre cómo comportarse en sociedad (supongo más bien que en un sector de la sociedad, porque en otros uno se comporta completamente diferente), y yo las he aplicado "siempre" (no confesaré cuándo no ha sido así).

Tiene poco que me mudé a vivir sola (sin familia, porque sola no, vivo con Ángel), y con la emoción, invitamos a muchos amigos a echar unas chelas, cenar, y cosas asi. Descrubí en casi todas estas reuniones, que la gente no sólo no conoce el Manual de Carreño y sus instrucciones, sino que además no tienen un mínimo de decencia aceptable. Un amigo que vino varias veces a la casa, nunca comprendió que cuando el anfitrión bosteza es hora de irse, se quedaba hasta entrada la madrugada, sin empacho alguno, esperando que yo le pidiera que se fuera, cosa que nunca pude hacer; mis buenos modales me impiden correr a alguien de mi casa. Además de este amigo, descubrí que otros también tienen esa costumbre, quedarse en tu casa hasta que tú les insinuas (sutil, o poco sutilmente dependiendo de qué tanto NECESITAS que desaparezcan) que ya es hora de irse.

Carla, mi cuñada brasileña, un día que vino, me pidió que le abriera la puerta, pues en Brasil que el invitado abra la puerta de casa del anfitrión significa que no va a regresar, que ha sido "corrido" y no es bienvenido ahí. Me pareció una costumbre lógica, pero también, me causó conflicto, pues para mí, abrirle la puerta era como pedirle que se fuera.

Una muy querida amiga, fue educada con las mismas buenas costumbres y civilidad que yo, y cuando le platiqué todo esto, estuvo de acuerdo conmigo: la gente no tiene buenos modales. Ella, siempre que llega a una casa lleva algo, sabe a qué hora irse, y por supuesto, sabe comportarse todo el tiempo.

Como consecuencia a todas estas situaciones, y para evitar futuros problemas, porque yo he perdido las ganas de tener invitados en casa, he decidido hacer un pequeño manual.

Pronto se los haré llegar.

2 comentarios:

  1. ¡No lo hagas! Los buenos modales ya no existe. Ahora hay algo llamado prudencia, que no todas las personas tenemos la virtud de poseer. Dale un poco de felicidad al mundo y no hagas el manual. Recuerda que la felicidad es muy buena amiga de la ignorancia, así que si la gente no sabe que está siendo mal educado o para decirlo de manera menos "clasista" esta teniendo una educación diferente de la tuya, no se lo hagas saber, así se sentirá más feliz y menos presionado por la sociedad.

    Lemon

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  2. ¡Sí hazlo! A mí seguramente no me ayudará a comportarme mejor pero he tenido una experiencia tan divertida con el de Carreño que en realidad muero de ganas por leer el tuyo. Además, seguro me provocará risas mucho más intencionalmente que el otro...

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¿Soy sólo yo?