martes, 31 de marzo de 2009

Preguntas concretas, respuestas concretas


Ayer que escribía y reflexionaba sobre las respuestas y preguntas realizadas a los chicos de atención a clientes, recordé que es un tema complejo, he notado que en nuestro país, no hay respuestas acertardas a las preguntas (pecaré por generalizar, lo sé). Podemos comenzar con las preguntas no del todo retóricas, aunque alguien podría argumentar que sólo son eso, que hace la gente cuando te cortas el cabello, acabas de llegar y lo preguntan, y demás situaciones tontas que podrían sólo ser preguntas obvias. Después, y las que más me molestan, son aquellas preguntas concretas y sencillas que no obtienen una respuesta igual (concreta y sencilla), que me suceden siempre que hay lista de espera, o uno está esperando, y pregunto cuánto tiempo falta y obtengo como respuesta: faltan dos personas más, o hay más pedidos, etc. Hasta donde mi educación, conocimiento y sabiduría alcanzan, una pregunta de cantidad de tiempo, debe ser contestada de esa manera, en términos temporales; si preguntas cuánto tiempo falta, deben contestar: 30 minutos, 2 horas, etc., no otra cosa. ¿Por qué lo hacen?

Me pasa también con mi tía, usualmente no contesta lo que le preguntas, un día le pregunté (estaba en la etapa de comprobar mi hipótesis) cuántos días a la semana se bañaba, y contestó que siempre; también ha contestado a preguntas sencillas, tales como ¿cómo estás? con un: desayuné quesadillas, no había nada más en el refrigerador...¿? ¿Qué clase de respuesta es esa? ¿Cómo funciona su asociación de ideas para responder eso? Podría ser un misterio, sería más interesante, pero creo que es mucho más sencillo: no escuchamos. Así de simple, no estamos acostumbrados a escuchar lo que se nos pregunta, y por eso contestamos respuestas incongruentes; mi naturaleza dramática afirmaría que más bien es porque no nos interesa lo que los demás dicen (o preguntan) y por eso no somos capaces de responder acertadamente, pero de cualquier manera terminamos en incongruencia.

Sigue siendo un problema de comunicación, escribimos palabras inentendibles, contestamos incongruentemente a preguntas sencillas, hacemos preguntas retóricas, ninguna pauta para entender al otro; aún más, ninguna posibilidad de entendernos a nosotros mismos, pues nada me hace creer que alguien que no sabe escuchar sea capaz de escucharse a sí mismo, y por eso vamos por la vida sufriendo y sintiéndonos solos e inentendidos, ¿quién, en su sano juicio, sería capaz de entender?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Soy sólo yo?