lunes, 12 de septiembre de 2011

Que no te engañen porque son licenciados


Paso tanto tiempo en la oficina que me es casi imposible no escribir sobre lo que observo ( y juzgo, silenciosamente) aquí. Por supuesto, como en cualquier empresa, hay todo tipo de gente (y cuando digo todo tipo, me refiero a inteligentes, tontos; bien pagados, mal pagados; groseros, educados; amables, hostiles; con poca educación, con mucha educación; con poco dinero, con mucho dinero, etc.) y ellos se comportan de muchas formas, según en la situación en que los veas o convivas con ellos.

Una de mis favoritas es la hora de la comida, es decir, los modales, manías, gustos y disgustos que todos mostramos al comer, actividad que por alguna extraña razón, hacemos como si estuviéramos en la intimidad. Cabe decir que cuando era chica mi mamá decía que uno debe aprender a comer bien (como Dios y el Manual de Carreño mandan, aunque ella nunca dijera Dios), y que esa era la forma de conducirnos en sociedad, pero, cuando estábamos solos o en casa, podíamos tomarnos ciertas licencias poéticas. Esto, en mi caso, implica que cuando como sola, puedo hacerlo en la cama, usar sólo el tenedor (sin el cuchillo), empujar el arroz con el dedo... cosas así, pero SIEMPRE en privado, nunca cuando sé que hay alguien más (me vea o no).

Creo que hasta aquí todos estaríamos de acuerdo, ¿no? hay cosas que hacer en público, y otras que no, en todos los ámbitos de tu vida. De ahí que sea tan curioso (que aquí quiere decir desagradable) que la gente muestre unas costumbres poco "refinadas" cuando come en la oficina. Porque, hay que mencionarlo antes de que otra cosa suceda: estás en la oficina, comes con las personas con las que trabajas, quienes se forman una imagen e idea de tí.

Así las cosas, podemos mencionar algunas de mis favoritas (que aquí quiere decir gustos morbosos):
  • Comen con cuchara, alimentos que no son líquidos (porque no soy tan tonta como esperar que alguien coma la sopa con tenedor y cuchillo, la sopa agüada, por supuesto). Yo no sé qué les dijo su mamá de chiquitos, tampoco sé si no han practicado comer con tenedor, pero es mucho más fácil comerte una sopa de coditos, o la ensalada, o cualquier cosa que NO sea líquida... Los veo y muero de risa, lidiando con la comida que se desparramada en la cuchara, y ellos abre que abre la boca para que entre todo... risible completamente.
  • Comen sustituyendo tenedor, cuchillo y cuchara con la tortilla. Esto sí que me cae gordo, pero tengo que explicar el proceso, porque nadie come tacos con cubiertos (tuve una amiga en la secundaria que en mi casa se comió los tacos dorados con cubiertos, porque no quería parecer mal educada), así que existen sus excepciones. Existe quien trae bisteces de comer (obvio sin cortar), así que toma con una mano un cuartito de tortilla (previamente cortado) y jala el bistec, utilizando la otra mano de contrapeso, para que éste (el bistec) eventualmente se rompa. Una vez roto, lo meten todo en el taco y lo mastican con mucha emoción y sentimiento de victoria. (Tengo que enfatizar aquí mi molestia a que hagan eso, porque la mitad de las veces terminan salpicando a quien los rodea, todo porque son lo suficientemente pendejos como para no saber qué usos tienen el tenedor y el cuchillo). Los otros son quienes cortan en trozos enormes la comida y la intentan meter en el cuartito de tortilla, medio con la mano medio con el tenedor, y después de enredarla y enredarla les queda todo de fuera y goteando (sea lo que sea, siempre gotea). A mí me gustan mucho las tortillas, simple y sencillamente las amo, disfruto los tacos, las quesadillas, los tacos, las quesadillas, hacerme tacos de empechugadas (así las bautizó Jesús, son pechugas de pollo empanizadas), de bisteces, de pollo con paprika. Sí, me gustan, pero veo la tortilla como un alimento y NO como un utensilio para comer.
  • Mezclan o mueven la comida en el recipiente como si estuvieran haciendo  pasteles de lodo. No sé si todos han hecho o hicieros pasteles de lodo, pero yo sí y lo disfrutaba mucho. Eso sí, hay que menearle y menearle y menearle (como si estuvieras amasando harina de maíz, ji ji ji) para que quede un pastel homogéneo y no una cosa medio seca medio acuosa, medio mojada. Lo que sí sé es que hay gente que usa el mismo método con su comida. No, yo tampoco saco un plato para comer, me da un poco de flojera (además de que el jabón para platos de la empresa me da alergia y no puedo lavarlo, y me parece un abuso que las señoras de intendencia los laven) y me pega la responsabilidad social. Además, ESTAMOS EN EL TRABAJO, lo cual ya hace que la comida en sí no sea tan emocionante como si estuviéramos en casa o algún otro lugar. Bueno, decía yo que yo tampoco uso platos, así que entiendo que haya quien tampoco quiere usarlos; lo que no entiendo es que hay personas que mueven y mueven y mueven y mueven la comida en el recipiente, haciendo ruido y ruido y ruido, no sé si esperan que por arte de magia lo que hay ahí cambie, o desaparezca, o algo pase. No sé qué esperan, no lo entiendo, y es bien molesto que estén todo el pinche tiempo mueve que mueve. ¿Qué no saben que la comida no es un juguete?
  • Truenan la boca. Me parece que no hay nada que decir al respecto, todos sabemos a qué me refiero y lo molesto que es (que siempre me recuerda a un amigo de mi hermano mayor, que hacía tanto ruido al comer como mi bulldog).
  • Empujan la comida con los dedos, no con el cuchillo. Yo sé que es más fácil y orgánico, pero no se ve bien, ni siquiera cuando mi abuela lo hacía y se divertía haciéndolo porque le daba flojera (o le costaba trabajo coordinar con la mano y el cuchillo). Te llenas el dedo y la mano de comida, el objetivo de los cubiertos es justo evitar eso, así que no entiendo por qué lo hacen (sobre todo cuando te das cuenta de que traen la comida en tuppers y que estos tienen paredes, así que hay hacia dónde empujar la comida para subirla en el tenedor).
 Lo mejor de lo mejor es imaginármelos comiendo con el jefe (sobre todo  si es tan educado y propio como el mío) en una importante comida de negocios, llenando su tortillas de mil madres mientras se comen el arroz con la cuchara... y pasándose la comida con tragos de agua (con los que, antes de tragar, hacen buches). Obviamente, lo supremo sería que aún después de una comida de esas, el jefe decida promoverlos...

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